Por: Redacción CINAT
El cuerpo humano está en contacto constante con diferentes tipos de sustancias que ingiere a través de la alimentación o el ambiente. Muchas de estas sustancias son necesarias para la vida, sin embargo algunas de ellas generan una serie de residuos que pueden considerarse toxinas debido a que se acumulan en diferentes órganos del cuerpo generando diferentes molestias.
Las toxinas que se pueden acumular en el organismo tienen dos procedencias: Endógenas que se generan en las células a través de sus procesos metabólicos de obtención de energía y reparación; y exógenas las cuales se obtienen del exterior mediante sustancias como el alcohol, el tabaco, los medicamentos, los metales pesados o algunos aditivos añadidos a las comidas procesadas y envasadas, entre otras.
Los principales órganos que se encargan de la eliminación de toxinas son el hígado, los riñones, los intestinos y la piel. Estos órganos en ocasiones se ven sobrepasados por los excesos (de comida, alcohol, medicamentos, polución, radicales libres…) lo que se traduce en una acumulación de toxinas que hace que el cuerpo no funcione correctamente llegando a derivar en problemas de salud.
Es por ello que en la mayor parte de los tratamientos de medicina alternativa o en dietas de adelgazamiento se recomienda iniciar con una desintoxicación debido a que las toxinas en el organismo pueden interferir con la absorción de los medicamentos o con el proceso de pérdida de peso. Los tratamientos de desintoxicación que recomiendan los médicos alternativos o naturistas contienen principalmente plantas como zarzaparrilla, alcachofa y biomoléculas como la clorofila, las cuales han demostrado alta efectividad en este sentido.
Contar con un organismo desintoxicado permitirá que los riñones funcionen de una mejor manera, así se podrá ayudar a regular la tensión, evitar la retención de líquidos y ayudar con la eliminación del exceso de proteínas. Del mismo modo, contar con un hígado desintoxicado mantendrá funcionando adecuadamente el sistema de filtración interno; neutralizando las sustancias nocivas que circulan en el cuerpo. En cuanto la piel, se verá reflejado en una piel más limpia y joven.
Por último, para mantener el organismo saludable y bajo en toxinas, se recomienda realizar actividad física y consumir una dieta rica en agua, frutas y verduras evitando las comidas procesadas, azúcares, alcohol y tabaco.